En la cadena de suministro actual, velocidad y precisión son dos requisitos prioritarios a la hora de preparar los pedidos. El crecimiento del ecommerce y la necesaria adaptación a la omnicanalidad en la operativa comercial otorga al picking de las mercancías un papel fundamental en el éxito de las empresas que producen y distribuyen bienes de consumo. Por eso, es muy importante elegir la solución más adecuada a las características de cada almacén, que optimice los costes logísticos, y que mejor se adapte al canal de compra y distribución.
La clasificación básica de los tipos de picking es: manual, semiautomático o automático.
El picking manual
El picking manual se basa en el principio ‘persona a producto’; es decir, el operario tiene que ir en busca de los artículos que componen cada pedido. Debe localizarlos en el almacén y, con la ayuda de herramientas mecánicas, como elevadores y carretillas, extraerlos de su ubicación y llevarlos a la zona de preparación de pedidos. Se trata del método de operativa tradicional en el almacén y, de hecho, continúa siendo el más habitual.
Además de los utensilios mecánicos para las tareas intralogísticas, los operarios disponen de dispositivos tecnológicos que les facilitan el trabajo y mejoran la eficiencia. Es el caso de escáneres manuales y corporales, de los ordenadores táctiles, y de los sistemas de picking por luz, por visión, por radiofrecuencia o por voz, que contribuyen a la precisión y productividad de las operaciones.
El picking semiautomático
En el picking semiautomático, los operarios humanos continúan siendo un elemento imprescindible, pero en vez de tener que desplazarse en busca de los productos, se basan en el principio ‘mercancía a persona’. Es decir, el trabajo manual se complementa con sistemas automáticos de recogida y transporte de los artículos hasta la zona de preparación de pedidos, como cintas transportadoras. En la etapa final, siguen siendo personas quienes acaban de configurar los paquetes para su envío.
Las soluciones semiautomáticas optimizan los trabajos de almacén, de forma que mejoran la eficiencia de las operaciones, minimizan los errores y proporcionan un entorno laboral más agradable a los empleados.
El picking automático
En las soluciones de picking automático, la combinación del software de gestión de almacén (SGA) con las aplicaciones tecnológicas adecuadas a las dimensiones y las exigencias de rotación de mercancías acelera la gestión de pedidos, de manera que el sistema es capaz de atender gran cantidad de operaciones en el menor tiempo posible y sin errores.
La variedad de tecnologías de automatización es muy amplia, e incluye desde vehículos de guiado automático (AGV) y robots móviles autónomos (AMR), hasta estanterías móviles inteligentes, bolsas aéreas y toboganes. Aunque la automatización aporta grandes beneficios en la gestión intralogística, no todas las tecnologías son igualmente eficaces para todas las empresas, ni todos los almacenes requieren el mismo grado de automatización para optimizar su rendimiento. Por eso, antes de decantarse por un método u otro de picking, es fundamental estudiar con detalle las necesidades de la compañía y elegir la más conveniente.