La pandemia mundial de Covid-19 ha obligado a extremar las precauciones sanitarias en todos los ámbitos de la sociedad, aún más en el entorno hospitalario. La prevención es la medida más inteligente para evitar la presión asistencial, de forma que la atención sanitaria que reciben los pacientes que han de ser ingresados sea la mejor posible.
En los equipamientos hospitalarios todo debe estar controlado al detalle. Hoy más que nunca, es primordial una gestión eficiente y optimizada, tanto de pacientes como de medicamentos y de cualquier otro elemento que forme parte del ámbito sanitario. Y para hacerlo posible, la tecnología es la herramienta más eficaz.
En ARES Soluciones de Identificación disponemos de equipos diseñados específicamente para mejorar la atención sanitaria y facilitar el trabajo del personal hospitalario.
Gestión de identificación de pacientes
Cada paciente debe recibir exactamente la atención que necesita, por eso es fundamental su correcta identificación, de forma que una rápida consulta permita acceder al historial clínico, la medicación recetada, incompatibilidades, muestras y cualquier otro dato relevante.
Movilidad de atención sanitaria
La precisión en la identificación de los pacientes y la coordinación con los compañeros facilitan el trabajo del personal médico y, en un entorno de alta exigencia y necesidad de reacciones inmediatas, permite optimizar el tiempo. Ello repercute en una mejor atención sanitaria, y es posible gracias a las herramientas tecnológicas que facilitan la comunicación a distancia y en tiempo real.
Inteligencia empresarial y análisis de atención sanitaria
Los sistemas de ubicación en tiempo real (RTLS) y las tecnologías específicas para la atención sanitaria identifican, localizan y hacen el seguimiento de cualquier elemento que forme parte del ecosistema hospitalario. Hoy en día, la supervisión en tiempo real es imprescindible para llevar a cabo una gestión eficaz.
Herramientas clave para la gestión hospitalaria
En ARES disponemos de amplio abanico de soluciones para la mejora de la atención sanitaria. Entre ellas, se encuentran:
- Identificación de las bolsas para transfusiones sanguíneas mediante códigos de barras. La identificación única de cada unidad hace posible su trazabilidad y, por tanto, conocer al instante sus características, el estado de conservación, y evitar así errores.
- Gestión de laboratorio. El etiquetado e identificación correcta de cada muestra permite llevar a cabo su seguimiento y garantizar la seguridad del paciente.
- Gestión de farmacia. La digitalización optimiza también la gestión de todos los procesos relacionados con los medicamentos, desde la preparación de recetas hasta el inventario, pasando por el cumplimiento normativo.
- Colaboración y comunicación entre los empleados. Los mensajes de texto y de voz por canales seguros facilitan la movilidad clínica.
- Recogida y gestión de datos. El acceso en tiempo real a cualquier dato relacionado con cada paciente (constantes vitales, diagnóstico, imágenes) repercute en una mejor atención sanitaria.
- Eficiencia de flujos de trabajo. El uso de equipos tecnológicos aumenta la eficiencia en la gestión del trabajo, pues reduce las alertas, las alarmas de llamada y las notificaciones innecesarias.
- Los sistemas RFID y RTLS para el seguimiento de pacientes garantizan su seguridad durante todo el proceso de administración de cuidados.
- Seguimiento de activos hospitalarios. La tecnología de ubicación en tiempo real permite optimizar el inventario y agilizar la cadena de suministro.
- Seguimiento del personal hospitalario. Compartir las ubicaciones en tiempo real potencia y optimiza el trabajo en equipo.
Indicadores de temperatura reversibles: Safe-T-Vue® 10
Elementos tan delicados y vitales como las bolsas de sangre para transfusión (glóbulos rojos, plasma sanguíneo y sangre completa) han de ser monitorizados de forma continua para asegurar su calidad. Safe-T-Vue® 10 es un monitor de temperatura indicado para que los proveedores de atención sanitaria determinen si los productos sanguíneos se han mantenido en los márgenes de temperatura adecuados para su manipulación; es decir, que no hayan alcanzado los 10ºC.
El dispositivo cambia de color blanco a rojo cuando la sangre alcanza o supera los 10ºC y, como es irreversible, informa de la anomalía, aunque vuelva a refrigerarse por debajo de esa temperatura. De esta forma, siempre que el indicador mantenga el color blanco, significa que el producto sanguíneo puede almacenarse para ser usado en el momento en que sea necesario.
Para llevar a cabo las operaciones de gestión sanitaria, en ARES contamos con equipos de impresión de etiquetas con numeración secuenciada; impresoras de brazaletes para la identificación de pacientes; lectores digitales de códigos, específicos para el sector sanitario, muy manejables; estructuras de redes wifi profesionales; impresoras de etiquetas por transferencia térmica con conexión wifi y ethernet; etiquetas y ribbon adaptados a las necesidades del entorno sanitario; lectores y etiquetas RFID; y terminales móviles para el seguimiento individualizado de cada paciente.